Maria Montessori no pensaba en las personas mayores cuando diseñó sus materiales ni cuando desarrolló su método, pero al fin y al cabo su forma de ver al ser humano con respeto y la importancia que daba a la autonomía, la independencia, la iniciativa, la capacidad de elegir, el desarrollo de la voluntad y la autodisciplina, son perfectamente aplicables a cualquier etapa de la vida.
El ambiente preparado debe evolucionar por tanto con la persona, con el objetivo de atender a las necesidades propias de cada etapa y las necesidades intrínsecas a cada individuo. Solo así, aseguramos un ambiente en el que se favorezca la autoestima, la tranquilidad y por tanto, la base perfecta para seguir aprovechando al máximo lo que se ofrece a las personas (tanto si estamos hablando de aprendizaje como de estimulación).
¿Cómo se aplica Montessori en la 3ª edad?
Hay ciertos aspectos de Montessori que son muy beneficiosos para las personas mayores y que se pueden aplicar tanto en residencias y centros de día como en el hogar familiar:
- Ambiente preparado: El ambiente preparado en Montessori es uno de los principios de la metodología Montessori. Es importante tener un ambiente preparado tanto físico como psíquico, ya que solo así podremos ofrecer a cada persona lo que realmente necesita, tenga 3 o tenga 80 años.
- Favorecer la independencia, ofrecer capacidad de decisión: El simple hecho de dar opciones a los mayores en lugar de tomar todas las decisiones por ellos favorece su auto-estima.
- Trabajo con las manos: Mejora la concentración y mantiene o incluso recupera la destreza manual y la coordinación.
- Ayudar sólo cuando sea necesario: A veces con las personas mayores cometemos el mismo error que con los niños, infravaloramos sus capacidades y hacemos por ellos cosas que podrían hacer por sí mismos. Darles la oportunidad de hacerlo puede marcar una importante diferencia en su percepción de sí mismos y en su estado de ánimo.
- Dejar que los mayores contribuyan en la realización de ciertas tareas: Tareas de vida práctica como doblar la ropa, preparar la comida, poner la mesa, repartir el correo, cuidar de otros residentes/familiares/mascotas… permiten que cada persona pueda seguir utilizando sus capacidades con un propósito y sentirse parte útil de una comunidad, en vez de sentirse como un lastre inútil.

¿Qué beneficios tiene?
- Los mayores no se sienten como «residentes» pasivos, sino como una parte importante de una familia o comunidad.
- Mejora su autoestima, se sienten valorados.
- Interactúan más con los demás, hablan de las tareas que han hecho…
- Cada día se levantan de la cama pensando que tienen algo que hacer, que tienen un propósito.
El personal debe establecer con el mayor una comunicación empática, para trabajar desde el respeto, la paciencia y el amor. La preparación interna de los trabajadores es muy importante, para poder atender a estas personas desde esa comunicación respetuosa.
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